Un descubrimiento inesperado bajo el hielo
ártico
Por Javier Peláez | Ciencia curiosa – lun, 11 jun 2012
Karen Frey, una de las investigadoras del ICESCAPE realizando mediciones
- NASADecía Antoine de Saint-Exupéry en su célebre libro 'El Principito' que la
belleza del desierto radica en que esconde un pozo de agua en cualquier parte,
en el lugar más inesperado.
Bien, pues algo así es lo que ayer anunciaba la NASA, que, mediante su
expedición ICESCAPE, ha descubierto una enorme
concentración de plantas microscópicas en uno de los parajes más inhóspitos del
planeta: los hielos del Ártico.
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de un organismo llamado Tierra]
La directora del programa marino de biología de la Agencia Aeroespacial, Paula Bontempi, explicaba la noticia de esta manera tan visual: "parte de la misión de la NASA es ser pionera en el descubrimiento científico, y esto es como encontrar una selva amazónica en medio de un desierto".
La directora del programa marino de biología de la Agencia Aeroespacial, Paula Bontempi, explicaba la noticia de esta manera tan visual: "parte de la misión de la NASA es ser pionera en el descubrimiento científico, y esto es como encontrar una selva amazónica en medio de un desierto".
Se trata de una gran floración de biomasa conocida como fitoplacton,
un elemento clave en la cadena alimenticia de todas las especies marinas. Los
datos indican que estas floraciones se extienden cientos de kilómetros, algo
que ha dejado sorprendidos a todos los investigadores de la expedición,
incluido Kevin Arrigo, director del ICESCAPE, que tras el hallazgo
declaraba: "Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición que
bajo el hielo se verían floraciones, yo les habría dicho que era imposible".
Hasta
hace poco, los científicos consideraban que la gran capa de hielo del polo
bloqueaba la luz solar necesaria para la vida y la fotosíntesis del
fitoplacton; sin embargo, este hallazgo cambia ese planteamiento y abre nuevas
posibilidades, ya que, debido al calentamiento global, el manto de hielo en los
polos cada vez es menos extenso y delgado.
El descubrimiento se ha publicado en la prestigiosa revista científica Science y podría cambiar la idea que se tenía
hasta el momento sobre la biomasa marina, puesto que los científicos creen que,
ateniéndose a estos nuevos datos, la producción de fitoplacton en algunas
partes del Ártico podría ser hasta 10 veces más alta que en el océano abierto.
Gaia, la teoría de un organismo llamado
Tierra
Por José de Toledo | Ciencia curiosa – mar, 22 may 2012
La Tierra vista desde el espacio. (NASA)Una de las ideas más curiosas y
controvertidas en biología es la llamada "Hipótesis Gaia".
Según propone esta teoría, nuestro planeta se comportaría como un gigantesco
"súper organismo". La biosfera, el conjunto de todos los
ecosistemas de la Tierra, funcionarían como sistema que se autorregula,
en el que cada especie tendría su función como si de una pieza de maquinaria
se tratase.
De momento, se trata únicamente de una hipótesis, con algunos datos que
la respaldan y otros muchos que la ponen en entredicho.
A pesar de lo que puede parecer a primera vista, la Hipótesis Gaia no se
trata de una idea loca sacada dela ciencia ficción ni una creencia New Age.
Si bien es cierto que no cuenta con el respaldo de la mayoría de la comunidad
científica, algunos de sus defensores son investigadores muy reconocidos. Entre
ellos hay que destacar a Lynn Margulis, que fue una
de las primeras en defender esta idea y que siempre ha estado relacionada con
teorías controvertidas.
Recientemente se ha publicado un artículo que sirve para
apoyar esta teoría. Uno de los grandes problemas de Gaia era el ciclo del
sulfuro.
Este compuesto está implicado en muchos procesos biológicos y en otros
de regulación del clima. En ambos casos suponía un problema para la teoría del
súper organismo.
Pero, ¿por qué suponía un problema? Según Gaia, todos los procesos
físicos, químicos y biológicos están relacionados. Nada entra ni nada sale,
y en todos los ciclos de nutrientes hay mecanismos para que éstos vuelvan a ser
utilizables y no se queden retenidos en una parte del sistema. Y todo ello
siguiendo el principio de autorregulación.
Es decir, que los ciclos de nutrientes tienen que poder llevar los
compuestos allí donde se necesitan, para que se mantenga el equilibrio.
Sin embargo, el sulfuro se queda secuestrado en los océanos, y
resulta complicado que vuelva a los continentes. Por tanto, tenía que
existir algún tipo de compuesto, producido por seres vivos, que sirviese para
pasar de nuevo el sulfuro de los océanos a tierra firme.
Una sustancia que fuese suficientemente estable para pasar por la
atmósfera sin degradarse, y desde ella precipitar en los ecosistemas
terrestres, volviendo a estar disponibles.
La molécula sospechosa de realizar dicha función es el dimetilsulfito.
El artículo publicado en PNAS ha conseguido demostrar que algunos
tipos de algas son capaces de generarlo.
También aporta una manera en la que se puede trazar esta molécula y
comprobar que realmente sirve para devolver sulfuro desde los océanos a los
continentes pasando por el aire, y de esta manera cerrar el ciclo.
Este descubrimiento no cierra el debate sobre Gaia. De momento, seguirá
siendo tan sólo una hipótesis de trabajo. Pero en contra de lo que mucha gente
suponía, poco a poco va consiguiendo resultados que la respaldan.