martes, 12 de junio de 2012

Origen de la vida

Hola queridos estudiantes, me encontre estos artículos que quizas puedan interesarles y que tienen mucha relación con lo tratado en clase.



Un descubrimiento inesperado bajo el hielo ártico

Por Javier Peláez | Ciencia curiosa – lun, 11 jun 2012


Karen Frey, una de las investigadoras del ICESCAPE realizando mediciones - NASADecía Antoine de Saint-Exupéry en su célebre libro 'El Principito' que la belleza del desierto radica en que esconde un pozo de agua en cualquier parte, en el lugar más inesperado.

Bien, pues algo así es lo que ayer anunciaba la NASA, que, mediante su expedición ICESCAPE, ha descubierto una enorme concentración de plantas microscópicas en uno de los parajes más inhóspitos del planeta: los hielos del Ártico.

[Te puede interesar: Gaia, la teoría de un organismo llamado Tierra]

La directora del programa marino de biología de la Agencia Aeroespacial, Paula Bontempi, explicaba la noticia de esta manera tan visual: "parte de la misión de la NASA es ser pionera en el descubrimiento científico, y esto es como encontrar una selva amazónica en medio de un desierto".

Se trata de una gran floración de biomasa conocida como fitoplacton, un elemento clave en la cadena alimenticia de todas las especies marinas. Los datos indican que estas floraciones se extienden cientos de kilómetros, algo que ha dejado sorprendidos a todos los investigadores de la expedición, incluido Kevin Arrigo, director del ICESCAPE, que tras el hallazgo declaraba: "Si alguien me hubiera preguntado antes de la expedición que bajo el hielo se verían floraciones, yo les habría dicho que era imposible".

Hasta hace poco, los científicos consideraban que la gran capa de hielo del polo bloqueaba la luz solar necesaria para la vida y la fotosíntesis del fitoplacton; sin embargo, este hallazgo cambia ese planteamiento y abre nuevas posibilidades, ya que, debido al calentamiento global, el manto de hielo en los polos cada vez es menos extenso y delgado.

El descubrimiento se ha publicado en la prestigiosa revista científica Science y podría cambiar la idea que se tenía hasta el momento sobre la biomasa marina, puesto que los científicos creen que, ateniéndose a estos nuevos datos, la producción de fitoplacton en algunas partes del Ártico podría ser hasta 10 veces más alta que en el océano abierto.



Gaia, la teoría de un organismo llamado Tierra

Por José de Toledo | Ciencia curiosa – mar, 22 may 2012


La Tierra vista desde el espacio. (NASA)Una de las ideas más curiosas y controvertidas en biología es la llamada "Hipótesis Gaia". Según propone esta teoría, nuestro planeta se comportaría como un gigantesco "súper organismo". La biosfera, el conjunto de todos los ecosistemas de la Tierra, funcionarían como sistema que se autorregula, en el que cada especie tendría su función como si de una pieza de maquinaria se tratase.

De momento, se trata únicamente de una hipótesis, con algunos datos que la respaldan y otros muchos que la ponen en entredicho.

A pesar de lo que puede parecer a primera vista, la Hipótesis Gaia no se trata de una idea loca sacada dela ciencia ficción ni una creencia New Age. Si bien es cierto que no cuenta con el respaldo de la mayoría de la comunidad científica, algunos de sus defensores son investigadores muy reconocidos. Entre ellos hay que destacar a Lynn Margulis, que fue una de las primeras en defender esta idea y que siempre ha estado relacionada con teorías controvertidas.

Recientemente se ha publicado un artículo que sirve para apoyar esta teoría. Uno de los grandes problemas de Gaia era el ciclo del sulfuro.

Este compuesto está implicado en muchos procesos biológicos y en otros de regulación del clima. En ambos casos suponía un problema para la teoría del súper organismo.

Pero, ¿por qué suponía un problema? Según Gaia, todos los procesos físicos, químicos y biológicos están relacionados. Nada entra ni nada sale, y en todos los ciclos de nutrientes hay mecanismos para que éstos vuelvan a ser utilizables y no se queden retenidos en una parte del sistema. Y todo ello siguiendo el principio de autorregulación.

Es decir, que los ciclos de nutrientes tienen que poder llevar los compuestos allí donde se necesitan, para que se mantenga el equilibrio.

Sin embargo, el sulfuro se queda secuestrado en los océanos, y resulta complicado que vuelva a los continentes. Por tanto, tenía que existir algún tipo de compuesto, producido por seres vivos, que sirviese para pasar de nuevo el sulfuro de los océanos a tierra firme.

Una sustancia que fuese suficientemente estable para pasar por la atmósfera sin degradarse, y desde ella precipitar en los ecosistemas terrestres, volviendo a estar disponibles.

La molécula sospechosa de realizar dicha función es el dimetilsulfito. El artículo publicado en PNAS ha conseguido demostrar que algunos tipos de algas son capaces de generarlo.

También aporta una manera en la que se puede trazar esta molécula y comprobar que realmente sirve para devolver sulfuro desde los océanos a los continentes pasando por el aire, y de esta manera cerrar el ciclo.

Este descubrimiento no cierra el debate sobre Gaia. De momento, seguirá siendo tan sólo una hipótesis de trabajo. Pero en contra de lo que mucha gente suponía, poco a poco va consiguiendo resultados que la respaldan.